...
me hundo en estas palabras...
que no se dejan hundir
para calmar la nocturna inquietud,
de quietud soberana
de fondo sin fin
rascarme el antebrazo
cogear un poco
dolorme otro tanto
rascarme nuevamente
suspirar después...
escribir lo que no se me ocurre
deshacer lo que si...
rehacer insistente
y hasta elocuentemente
hasta reconstruir
las escurridizas voces
que ayer intensamente sonaron
Josefa
...
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