miércoles, 27 de mayo de 2009

en la linea entre el miercoles y el jueves... y en ninguno de los dos...

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Hablando de los siempres y los jamases...

esta canción me gusta, aunque como siempre, él me parece muy categórico... así es esto hay quienes pueden serlo...

lo mio es la relatividad, ya miro eso...



Entre lo categórico y lo relativo...

domingo, 24 de mayo de 2009

Contradictoria: Libélula de sol, luciérnaga de noche...

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Cierta vez alguno, alguien, me dijo que para la lengua maya, buscar y encontrar es una misma palabra... yo no lo había pensado así, aunque de hecho si se analiza una tiene que ver con la otra, evidentemente para mi eran dos distintas.

Resulta que hay una frase yucateca... en español se traduce como "le busco y no le busco", aparentemente eso sería una contradicción, sin embargo, esa es la traducción correcta, en la lengua maya buscar y encontrar es casi una misma cosa, es decir, una cosa y la otra son tan semejantes, incluso en sonido y en escritura... si se tradujera con interpretación la frase seria "le busco y no le encuentro"...


Luego me quede pensando cuantas cosas no encontramos, sin que inconscientemente, o muy consciente, las busquemos...

Así como cuantas cosas buscamos, inconsciente o conscientemente, queriendo no encontrarlas...


En esta semana dos amigas tendrán cambios, una se va de la ciudad en busca, o en encuentro de... y otra encontró, ja porque andaba en la búsqueda... ambas muy conscientes de eso...

Estoy feliz por ellas, aunque a la vez siento una rara melancólica... Buahhh, la distancia es la distancia, y en México, incluso en la ciudad las distancias son tan poco austeras...

ja, luego también pensé -será acaso la cercanía de los treintasss....



Esta mujer me impresiono...

domingo, 17 de mayo de 2009

Entre siempre y jamás...


Entre siempre y jamás
el rumbo el mundo oscilan
y ya que amor y odio
nos vuelven categóricos
pongamos etiquetas
de rutina y tanteo

-jamás volveré a verte
-unidos para siempre
-no morirán jamás
-siempre y cuando me admitan
-jamás de los jamases
-(y hasta la fe dialéctica
de) por siempre jamás
-etcétera etcétera

de acuerdo
pero en tanto
que un siempre abre un futuro
y un jamás se hace un abismo
mi siempre puede ser
jamás de otros tantos

siempre es una meseta
con borde con final
jamás es una oscura
caverna de imposibles
y sin embargo a veces
nos ayuda un indicio

que cada siempre lleva
su hueso de jamás
que los jamases tienen
arrebatos de siempres

así
incansablemente
insobornablemente
entre siempre y jamás
fluye la vida insomne
pasan los grandes ojos
abiertos de la vida.

Mario Benedetti

sábado, 16 de mayo de 2009

Almohada 2, La Oficina.

Y hablando de los territorios...


Es mayo 16, en un caótico 2009, Me fui a acostar casi a las 4 de la mañana, dormí con la luz del pasillo encendida y la puerta de la habitación entre abierta, como suelo hacerlo en un lugar “nuevo”, o más bien diferente al que acostumbro dormir, en este caso la oficina.

Salí de una fiesta, un aventón y lo últimamente cercano es esta...

La oficina es un departamento adaptado para trabajo, con varios espacios ahora casi bien distribuidos. Uno de ellos es habitado por un enorme closet, aunque su contenido no precisamente es ropa, sino que dentro de él hay enormes pilas de materiales de papelería, a este le hacen juego partes empolvadas de computadoras ya sin uso, una ronca y ociosa mecedora.
Lo inhabitual es que conserva partes de lo que un día fue una casa-habitación, es el caso de un comedor de madera y una cama individual con cobijas cuadriculadas.

La cama es el objeto más fuera de lugar en la oficina, sin embargo, para esta su uso es de lo más común, con todo y la saturación de actividades dentro y fuera de ella(tantas que en ocasiones me recuerda a esos ríos tan estrechos pero tan necios que aun suelen pasar por algunas comunidades semirurales).

La luz encendida es común cuando no hay nadie a mi lado, ni siquiera los sonidos habituales que me arrullan cuando el tipo de espacio y oscuridad no son familiares. A veces creo que mi forma de apropiarme y estar en un territorio es poder, sin lugar a dudas, despreocupadamente dormir en o con él (dado que también me ocurre en las relaciones).

Sentir tranquilidad en un territorio es saberte de algún modo parte de él…

ja, a veces paso tanto tiempo allí que la idea de aprovechar el lugar y la cama, y cada uno de los espacios casi bien distribuidos, no solo para trabajar o dormir suele ser muy sugerente…

sábado, 9 de mayo de 2009

A cerca de la "Talidad"...

...Las esperanzas, sedentarias, se dejan viajar por las cosas y los hombres, y son como las estatuas que hay que ir a verlas porque ellas ni se molestan...

Cortázar


Viajar me ayuda tanto, después lo sé... luego de un rato de andar con la maleta verde olvido sobre la calle angosta del día tal, de la ciudad de tal, del sol y la penumbra tal, donde tal vez me encuentre con alguno o con algo de tal... y el tiempo se haga extenso, y la talidad sea más presente... es allí cuando lo sé, comienzo a pensar sobre manera en el regreso y en cuidar de los propios territorios...

a veces creo que empiezo a aprender lo que es permanecer...



(hablando de viajes, esta es la ultima foto donde aparecen mis lentes, se fueron a viajar sin mi en un taxi de sitio)

domingo, 3 de mayo de 2009

Y de los cubrebocas...

En estos días tan intensos en muchos sentidos, para en verdad quedarme con una impresión más reflexiva, retome el siguiente escrito...

”los que no somos guapos por lo menos nos hemos vuelto misteriosos”.



Nadie se había fijado en los ojos de Lorena hasta que se puso un cubrebocas. La frase es exagerada: nadie se había fijado tanto en ellos.

La epidemia del virus porcino ha cambiado los hábitos de la capital. La transformación más evidente son los rectángulos de tela en la cara de la población. }, que aportan tonalidad celeste a una ciudad donde el cielo lo es el mero polvo. Los que no son guapos por lo menos se han vuelto misteriosos.

Enfrentamos la catástrofe unificados por una prenda. No es fácil decir nosotros. ¿qué representa la palabra?, ¿qué clase de identidad convoca? Una tribu adicta a al compañía atraviesa el infierno del aislamiento y la falta de aglomeraciones. ¿Quiénes somos? Los del rostro con una tela azul.

Aparte de eso, sabemos poco ¿por qué broto aquí un virus inédito?, ¿por qué el gobierno tardo en declarar la emergencia y lo hizo a la once de la noche, cuando muchos ya dormían?, ¿Por qué si la infuenza ha cobrado pocas vidas, hay tantas muertes?

Llama la atención que el mapa genómico del virus se halla tenido que hacer en Estados Unidos y Canadá. ¿Tan atrasados estamos en esa materia o no se confía en los resultados locales?

El secretario de salud ha comentado que ofrece la información como le llega de los hospitales. No podemos esperar que sea muy certero. Vivimos en un país donde un paciente contrae neumonía porque lo olvidaron en un cuarto helado y aguardó varias horas sin camisa para que le hiciera una placa de tórax.

Un conocido acaba de fallecer en la siguiente circunstancia. Llegó a un hospital privado con un cuadro de neumonía. Ahí se enteró de que su seguro no curía los gastos y fue trasladado a un hospital público, donde murió a las pocas horas. Tal vez se había salvado sin el ajetreo.

Las negligencias también pasan a las historias clínicas. En caso de duda, un mexicano muere por congestión múltiple, es decir, por un tamal de más o menos.

Los médicos han dicho que se dispone de medicamentos y que la epidemia se controlara si se rompe el proceso de transmisión del virus y se evitan aglomeraciones. Esto tranquiliza respecto a la influenza porcina.

Lo preocupante son la condiciones de salud del país. De cada 100 personas que presentan síntomas, 5 mueren. Los pacientes llegan tarde a los hospitales, muchas veces lo atienden mal y están debilitados por otras dolencias.

La influenza ha ofrecido una radiografía de la nación. Los partidos de fútbol se realizan a puerta cerrada como una metáfora de la calidad de nuestro balompié y el gobierno federal y el local no acaban de ponerse de acuerdo. La crisis ha llegado al mole. ¿Es una medida acertada cerrar los restaurantes? Si uno considera que al sentarse a una mesa se encuentra a centímetros de caras ajenas (que para comer debe despojarse del cubrebocas), el cierre no parece exagerado. En mi última visita a una taquería, el mesero llego con la charola de los postres. Mientras los ofrecía tocó a cada uno con un bolígrafo. ¿Había cedido antes a la muy humana costumbre de chupar la pluma? Con todo y cubrebocas un estornudo puede ser que el virus llegue a nuestra cita con una gringa.

El secretario de salud le hace autopsia a los expedientes con tal de tranquilizar a la población. Sin embargo ha generado incertidumbre. Imaginemos una trama de ciencia ficción en la que unos alienígenas envidiosos de nuestra agua aterrizan armados de un virus letal. Hay 159 muertes. El planeta cae en zozobra y la OMS anuncia: “Solo siete de los muertos recibieron el virus”. ¿Es esto tranquilizador? Por supuesto que no. ¿Y los demás fallecidos? Hay 152 incógnitas. Ser venido por un adversario ilocalizable provoca mayor angustia.

Otra pregunta que ronda la imaginación es: ¿qué tan mexicano es el virus? El secretario de salud dijo que no lo es mucho, pues tiene un componente euroasíatico. El tema no debería inquietarnos. ¿Es una ofensa para España que haya gripe “española”?

En la utopía negativa que imaginó Gorge Orwell, la población es vigilada por un ojo tiránico: Big Brother. Nuestra frívola época convirtió esa amenaza en un morboso espectáculo mediático. El mal no llego por lo que vemos a distancia, sino por lo que ocurre en visible cercanía. El cerdo nos ha integrado a su familia. Pig Brother nos abraza.

Hace unos meses mi padre donó su biblioteca a la Universidad de Michoacán. Poco antes de que pasaran por los libros, permitió que sus hijos nos quedáramos con algunos volúmenes. Escogí una primera edición de La peste de Albert Camus. Mi padre subrayo este pasaje en 1947: “Se puede decir que la invasión brutal de la enfermedad ha tenido como primer efecto el obligar a nuestros conciudadanos a actuar como si no tuvieran sentimientos individuales”.

¿Quiénes somos? Los del cubrebocas. Una prenda nos unifica y revela novedades: los ojos de Lorena son más hermosos. Y cuando el cubrebocas reposa en su cuello, recupéranos el milagro de ver un rostro. ¿Qué lección dejará la enfermedad? Entre otras, el renovado asombro de vernos cara a cara.

Cubrebocas

Juan Villoro

Reforma

viernes, 01 de mayo de 2009

Opinión p. 13

viernes, 1 de mayo de 2009

Cuando un lugar cambia...

En estas fechas de días largos y miradas cortas miradas a penas siendo sin llegar a ser y una ciudad que se transforma bajo una puerta de una aparente otra realidad...