En ocasiones de la nada me cuenta algún pasaje de su historia, hay relatos que son muy interesantes y también muy muy intensos, bueno la verdad es que es una mujer llenita de intensidades. Algunas de ellas que me parecen tan bellas, otras son como esos guiones al estilo Guillermo del Toro donde la magia y belleza acompañan a sucesos rudos de la historia, toca respirar profundo o echarse un mezcal, o ambos y hacer arte con ello.
˗Íbamos en el tren˗ me decía, mientras reposaba el baño del día recargada en su esponjosa almohada y su mirada viajaba a los recuerdos... y no nos soltamos de la mano durante todo el trayecto, no nos dijimos nada luego él se bajó en Maravatío. Tuve un novio, continua... nos gustábamos. Yo iba en el tren que corre de Buenavista para Acámbaro, cuando se bajo me echo un foto con su dirección en el bolsillo, tenía 14 años pero yo ya era casada. La mire con asombro y duda. -Iba con los papás de Aniceto Velázquez, Don Martín y Victoriana que me llevaban al pueblo con mi familia, el tren iba como el metro, conectó con el presente, gente sentada y otra parada, nos fuimos todo el camino parados. nos soltamos, él se bajó y nosotros seguimos hacia Acámbaro, nunca le contacté porque me encontraron el sobre en los bolsillos.
Foto tomada de la red. Antigua estación de Tren de Maravatio, Mich.
