lunes, 24 de octubre de 2011

Cosas que nunca sabré…

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Le escuche un día de lejos, no supe como dejar de hacerlo hasta llegar al final, mi final claro. Le encontré caminando viva, siempre viva, telando instantes frescos con su lila intenso. No supe como dejar de evocar su olor enmarañado de censura y carne viva. En general no se muchas cosas, en especial cuando me quedo en silencio contando los segundos de un tiempo escurridizo,! Cuanto ha pasado!

No se algunas cosas, pero en un minuto puedo agitar las manos para alcanzar una estrella, arrancarle un suspiro insubordinado a la noche necia o confrontar la bravura del fuego sin quemarme las ansias, me llevaría dos horas, caminar entre los migajones de este gran pan de humo y dejar de aullar a la esfera redonda que abriga algunas de mis noches. Aquí todo pasa de prisa, nada es tangible y los renglones se encogen ante la sensación fuga...


O.G.

Musiquilla linda...

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miércoles, 19 de octubre de 2011

Cuando las cosas su-ceden...

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hay días en que escribo, en que las palabras se transforman en presencia y me reconozco a través de un garabato en el papel...

es entonces que cada frase pasa como pelicula de cine, y son mis ojos y mi boca, son cielo en visperas de lluvia, un trozo de pan...

algunas veces son manos o piernas, letras que viajan por alguna parte del mundo o de su cuerpo...

son las vísceras, el ojo de agua de mi respiración...

son la comenzón de mi espalda o los piquetes de mosco... son la marcha de todas mis velocidades...

camino, doy dos pasos... me acerco y son la temperatura mi cuerpo...

Josefa

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domingo, 9 de octubre de 2011

La famosa silla Orejona..

Lo que me gustaría ser a mí si no fuera lo que soy (capítulo: Perro de San Bernardo)

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Siempre que biene el tiempo fresco, o sea al medio del otonio, a mí me da la loca de pensar ideas de tipo eséntrico y esótico, como ser por egenplo que me gustaría venirme golondrina para agarrar y volar a los paíx adonde haiga calor, o de ser hormiga para meterme bien adentro de una cueva y comer los productos guardados en el
verano o de ser una bívora como las del solójico, que las tienen bien guardadas en una jaula de vidrio con calefación para que no se queden duras de frío, que es lo que les pasa a los pobres seres humanos que no pueden comprarse ropa con lo cara questá, ni pueden calentarse por la falta del querosén, la falta del carbón, la
falta de lenia, la falta de petrolio y tamién la falta de plata, porque cuando uno anda con biyuya ensima puede entrar a cualquier boliche y mandarse una buena grapa que hay que ver lo que calienta, aunque no conbiene abusar, porque del abuso entra el visio y del visio la dejeneradés tanto del cuerpo como de las taras moral de cada cual, y cuando se viene abajo por la pendiente fatal de la falta de buena condupta en todo sentido, ya nadie ni nadies lo salva de acabar en el más espantoso tacho de basura del desprastijio humano, y nunca le van a dar una mano para sacarlo de adentro del fango enmundo entre el cual se rebuelca, ni más ni meno que si fuera un cóndor que cuando joven supo correr y volar por la punta de las altas montanias, pero que al ser viejo cayó parabajo como bombardero en picada que le falia el motor moral. ¡Y ojalá que lo que estoy escribiendolé sirbalguno para que mire bien su
comportamiento y que no searrepienta cuando es tarde y ya todo se haiga ido al corno por culpa suya!



CÉSAR BRUTO.