sábado, 2 de diciembre de 2017

2/7


Intimidad


En el corazón de la mina más secreta, 
En el interior del fruto más distante, 
En la vibración de la nota más discreta, 
En la caracola espiral y resonante,


En la capa más densa de pintura, 
En la vena que en el cuerpo más nos sonde, 
En la palabra que diga más blandura, 
En la raíz que más baje, más esconda,


En el silencio más hondo de esta pausa, 
Donde la vida se hizo eternidad, 
Busco tu mano y descifro la causa 
De querer y no creer, final, intimidad.

Saramago.


viernes, 7 de julio de 2017

miércoles, 3 de mayo de 2017

jueves, 20 de abril de 2017

Deseando lo extraño..!

De nueva cuenta en su casa, debo decirlo fue un viaje que tenía sabor a encuentro y despedida. Aunque tome el bus con paso titubeante, llegue decidida a explorar… a salir por las calles y las plazas, a hacerme presente frente a los muchos fantasmas, era un viaje con propósito doble.

De inicio no sabía cuál era el encuentro y cuál la despedida. Ya había olvidado lo que era ser sorprendida, como cuando se prueba una comida novedosa sin tratar de encontrarle el parecido con algo ya conocido, simplemente experimentar sin juicio.

A la mañana siguiente tome la pasajera, y de repente el viento entro por la ventana, volví a sentir esa plenitud al andar entre montañas, esa sensación que –entre muchas otras cosas, sonaba a añoranza. Así que sucedió… de nueva cuenta empecé a correr tras los olores, sabores e imágenes que años atrás me habían atormentado, ahora con deleite.  De pronto sólo fue dejar que mis pasos siguieran su curso, y sin pensarlo llegue al punto más alto del pueblo, allí donde inicio –o terminó, todo. Los mismos sitios un clima distinto…! Fue un impulso, o quizás la incesante costumbre, tome la cámara y una tras otra casi como empeño imprimí nuevos recuerdos de los lugares antes transitados.

Fue una visita interesante, lo vivido dentro y fuera en conjunto “extraño”, o más bien novedoso, una mezcla de sensaciones entre goce y ligereza. Sin tormento, respire… me conecte/me desconecte/me volví a conectar. Luego de mucho tiempo fue tan grato sentir paz…! Entonces supe qué de todo fue encuentro y qué despedida.   

martes, 18 de abril de 2017

lunes, 10 de abril de 2017

Cerrar sin puntos suspensivos.

De vez en cuando algunos atardeceres asaltan mis recuerdos, es tan extraña la memoria que no sabes cómo ni cuándo de golpe las sensaciones de antaño habitan el ser (olores, imágenes, sabores, un gesto, una caricia). 

Recuerdo mi primer año viviendo en la costa, me sentía como sobreviviente de un naufragio así que lo primero fue aprender a "nadar"... es decir, a dormir, a comer, en resumidas cuentas a vivir del mar y del vaivén de sus olas... Los primeros meses solía esperar casi como un ritual a que cerrará el día, entonces con la paciencia de una fugitiva cogía un cigarrillo y junto con el sol que pintaba de rojo el horizonte y el estridente sonido de las aves al regresar a sus nidos, el fuego de fuera y de dentro se encendía y como brasero punzante el remover de las cenizas. Así pasaba las tardes esperando que las primeras estrellas de la noche aparecieran, era una manera de despojarme con cada respiro de la multitud de polizonas anécdotas que habían viajado conmigo.

Pero los rituales como el ser cambian, por fortuna... empecé a despertar con los primeros rayos del sol, entonces me alistaba y a trote rápido emprendía camino al mar entre paisajes cambiantes, gente del pueblo, turistas, vegetación y parajes solitarios... Ahora disfruto atravesar ese pueblo, ver como a cierta hora del día todo mundo inicia sus actividades y a saberme parte de ello. 

Llegó así de vez en vez a mi playa favorita, un lugar rocoso donde dos corrientes se juntan y de una forma salvaje y extrañamente serena el agua toca mi piel... En esas visitas suelo permanecer gran parte del día leyendo, tumbada en la arena casi desnuda y el sol del amanecer aviva otro tipo de impulsos.

Hay nuevas anécdotas... entre ellas que algunas veces he sentido que necesito, no un certificado de existencia, sino uno de clausura... sí, algo así donde diga "queda clausurada ésta o aquella etapa de vida".. sin retrocesos ni segundas vueltas... Pero eso es todo un proceso y un día sin mas allí está... No sé si ha sido el agua, el fluir entre las olas (con todo y el miedo al movimiento, el no asirme a nada, o a todo...) o quizás el fluir de mi piel entre las sabánas, lo cierto es que de nueva cuenta me siento segura, a pesar incluso de las fugacidades.






sábado, 8 de abril de 2017

Y aunque es un pueblo antiguo, ya no lo habitan los fantasmas.


Y caminé entre las calles repletas de historias, con los pasos y los poros dilatados entre la búsqueda y el encuentro, y del pulque nace el pan, del humo de la memoria un maíz asado y del aire fresco y denso de la mágica ciudad una nueva fotografía.... Recorrí aquellas minas como un tren que se aleja de una estación vacía.

Josefa.
Sábado 8 de abril, 2017 





sábado, 1 de abril de 2017

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 "...oir como quien oye la lluvia caer..."





lunes, 20 de marzo de 2017

Primavera...!!!

Y que la luz inunde cada rincón de la habitación... incluyendo los pensamientos... !!!

Taran...!




jueves, 16 de marzo de 2017

La inmensidad.


Pronto partiré de nuevo a las montañas, esta vez por una larga temporada. Como suele suceder, cuando se viaja a un lugar de primera vez, se llevan más cosas de las que se pueden necesitar y se necesitan otras que no siempre se suelen llevar. Esta vez preparo lo imprescindible, entre ellas un buen lente y esas migas de pan…

La vida cambia tras una cámara, a veces me paso mucho tiempo en las imágenes, son como pequeños resquicios de cotidianidad de esa "la vida". Busco amenudo cómo imprimir el respirar profundo en cada paso, el bullicio del despertar en las montañas, los sueños bajo las olas, la añoranza de mis lugares comunes, a veces lo logro... a veces no, aunque me entretengo en los intentos...

Casi siempre llevo un trozo de mi habitación entre el mundo de objetos e intimidad que ahora considero mi “casa”, ese espacio donde todo se desparrama incluyendo los deseos.

Taran


...


miércoles, 8 de marzo de 2017

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"...Como un sendero en el bosque que poco a poco se va borrando hasta que, al final, se reduce a casi nada, la teoría psicológica tradicional también se agota demasiado pronto cuando se trata de analizar a la mujer creativa, talentosa y profunda. La psicología tradicional se muestra a menudo muy parca o totalmente silenciosa a propósito de las cuestiones más profundas e importantes para las mujeres: lo arquetípico, lo intuitivo, lo sexual y lo cíclico, las edades de las mujeres, la manera de actuar de una mujer, su sabiduría y su fuego creador... No se puede abordar la cuestión del alma femenina moldeando a la mujer de manera que se adapte a una forma más aceptable según la definición de la cultura que la ignora, y tampoco se puede doblegar a una mujer con el fin de que adopte una figura intelectualmente aceptable para aquellos que afirman ser los portadores exclusivos del conocimiento..."
Clarisa Pinkola Estés. Mujeres que corren con los lobos.

domingo, 12 de febrero de 2017

Aquí..!


Se torna entonces necesario
avanzar por las horas
como un ciego
Evitar que este tiempo
de sombras detenidas
tropiece con el tiempo de la vida
Óscar Paúl Castro. 


ArteCalle..!


viernes, 3 de febrero de 2017

El "Norte"

Y conocí aquel poeta, en lo más íntimo que se puede llegar, la casa y la habitación de alguien… aunque siempre hay algo más íntimo que una cama o unos pensamientos revueltos. A veces creo que las personas somos seres extraños, amorfos y escurridizos, aun cuando nuestra piel nos delineé y de algún modo nos someta.

En ocasiones cierro los ojos, pienso en lo que toco, imagino que esa piel dista mucho de ser una frontera, entonces mi propia piel avanza y mis sentidos se vuelven sendero en el que descalza deambuló como una turista asombrada del mapa sin trincheras que recorre. Y todo es tránsito… y lo que era un pensamiento una creencia inmóvil se transforma en una multitud de posibilidades –y en una placentera elección de ellas.

En otras, la misma piel que me anima me confronta, me recuerda mi incesante búsqueda, aquella que se traduce en esa forma tan extraña y por momentos desesperada de asirme a lo que considero mi cotidianidad. Me trae en cuenta que me siento torpe viajando de paso, aunque transporte y terminales sean una constante y haya lugares y gente que se vuelvan familiares, es decir, confianza y despreocupación... y pueda dormir fácilmente en un rústico asiento... a veces es como si estuviera en una habitación a oscuras... entonces me da por pensar que es como ese servicio de transporte ordinario donde se puede encontrar cualquier cosa, tan exquisitamente asombrosa como desagradable...  

Sea cual sea siempre es mucho mejor viajar por la piel y la carretera desde lo extraordinario. Desde lo que permite colocar en el alma un caminito titilante como el eco de un caracol sobre las rocas, o el torbellino de sensaciones que lleva a la consciencia cuando el agua toca intempestivamente la árida tierra. Es como andar entre plazas y mercados, con todos su olores, sabores y texturas... tocar, probar, oler y dejarse tocar (conociendo lo desconocido). 

A veces me cuesta digerir las fugacidades –a pesar que la vida y las personas estemos tan llenas de ellas–, y a sabiendas que lo perdurablemente transitorio generé una multitud de temores, o inundé la antesala con fantasmas.


Akal...!!!