La última entrevista fue triste.Yo esperaba una decisión imposible:que me siguieras a una ciudad extrañadonde sólo se había perdido un submarino alemány tú esperabas que no te lo propusiera.Con el vértigo de los suicidaste dije: « Ven conmigo» sabiéndolo imposibley tú -sabiéndolo imposible- respondiste:«Nada se me perdió allí» y diste la conversaciónpor concluida. Me puse de piecomo quien cierra un libroaunque sabía -lo supe siempre-que ahora empezaba otro capítulo.Iba a soñar contigo -en una ciudad extraña-,donde sólo un viejo submarino alemánse perdió.Iba a escribirte cartas que no te enviaríay tú, ibas a esperar mi regreso-Penélope infiel- con ambigüedad,sabiendo que mis cortos regresosno serían definitivos. No soy Ulises. No conocíItaca. Todo lo que he perdido"Inmovilidad de los barcos" 1997
viernes, 12 de septiembre de 2014
La última entrevista
Y para no dormirme con las ganas de leer y escribir poemas... pensando en el punto donde no se retorna... donde algo necesita cambiar para poder continuar...
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