miércoles, 30 de septiembre de 2009

Sin saber cuando....

...

Que tan cercano es esto... no lo se, solo escucho atentamente pequeños episodios, fragmentos, historias, toda una vida... nada de esto lo conozco sin embargo se vuelve cercano... ni las andanzas ni los tambores, ni las noches de selva, ni las intensidades de sacuanjoche... a veces parece que no fue, que no es... otra realidad lejana, sin embargo allí palpitante entre recuerdos...

a veces recorremos las voces que a su paso otros dejaron... cada día es como un día en fuga y de retorno... sus ojos se vuelven de nube, su rostro de aire, y su piel en la tierra en que el agua cae...

cuando pasan los días caigo en cuenta que no hago más que mirar y estar allí, y sus nubes y su aire y su tierra y su agua no son solo de si... ahora tengo la impresión de su voz en mis recuerdos...



***


Andrés y yo somos hombres de pueblo, de pueblo chico, y padecemos memorias de infancia y mocedad. Nuestras lecturas van cargadas de recuerdos: amigos, paisajes, pájaros, flores y frutos de la tierra.


Este desasosiego, esta palabra que desde el corazón
me llega y se detiene en mis labios, no es nuevo en mí,
sino que permanece, vive desde cuando mis padres
en amorosa lucha concretaron la carne de la muerte
para darme al mundo; y me crece como un mar en el pecho,
siempre cambiente, furioso y sin consuelo.

Ha de llegar un día en que tanto afán madure
y se desangre, y esa ignorada palabra detenida
en mis labios rompa el aire como un canto y
me haga feliz y duradero el nombre.


Fragmento, Ernesto Mejía Sánchez

No hay comentarios: