jueves, 11 de junio de 2009

"La Paloma..."


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Recuerdo que mis ojos estaban muy atentos, muy concentrada en entender cada palabra, tenía tantas ideas que muchas de ellas me dejaban embobada... aunque lo vívia, no estaba tan consciente de disfrutar en conjunto de cada una de las cosas que con ella vivía. Era una mujer muy brillante, me dejaba atonita la forma en que se movía de un lugar a otro, incluso me sentía de algún modo identificada en esa manera vagabunda de estar, la forma en que generaba ideas, y la manera en que les daba esa intencionalidad tan suya, un día lo pensaba y al siguiente ya lo estaba realizando...

Mi primer primer encuentro con ella fue más bien un desencuentro, así tan ruda como era ella, con esa desfachates que no cualquiera puede tener, por ello y por supuesto por otras circunstancias de la vida nos despedimos sin que nada de ese encuentro fuese, en ese momento, algo significativo. Posteriormente lo fue.

Cuatro o cinco años después nos volvimos a encontrar, entonces las cosas empezaron a fluír. Recuerdo como fue, apenas llegaba a la "Tierra de Mujeres" y yo ya estaba trepada en un avión rumbo a una comunidad apretando el brazo de un completo desconocido. Entonces yo recorría grandes distancias con tal de no subirme a ningún avión, mientras que ella pasaba gran parte de su vida en los aeropuertos... Cuando a mi se me caían los calzones del susto previo a un viaje, ella hacia reuniones ejecutivas.

Es curioso a veces te encuentras una y otra vez con alguien y simplemente pasas de largo, pero un día parece que las cosas se componen y algo sucede... Ahora pienso que hay encuentros que se tienen que dar y hay otros tantos que por mucho que se intenten son asunto forzado.

Le conocí menos que más y más que menos. Recuerdo haber estado tan enojada con ella, pensaba "aun nos falta historia entre nosotras y caminos por recorrer". A veces me asustaba su carácter, pero en otras (la mayoría de esas otras) miraba cuan generosa era, con esa manera tan incluyente que solía ser.

Yo tan academica y ella tan desde lo cotidiano, tan desde lo común y simple de las cosas...

Parecía que nunca paraba, dormia al ocultarse el sol y despertaba antes de que este saliera, asi como una ave, con nuevos recorridos... Recuerdo haberle dicho, eres la primera persona que me da estructura, aunque no le dije la primera que me hacia aterrizar y quedarme por mi propio pie en un solo territorio, claro aunque el trabajo en si mismo era ya una forma de nomadismo.

Aunque su ritmo de vida era acelerado extrañamente podía transmitir calma, seguridad y confianza como pocas personas suelen hacerlo. Ella era la que decía con su no tengo miedo, no tengas miedo... No era de las que pedía algo que ella misma no pudiera hacer (o dar)... y a su vez pedía lo que sabía podías lograr...

Nos despedimos esa tarde, asi con su forma tan abrupta de irse. La vi salir y tuve la sensación de que muchas cosas venían, de no haber terminado los pendientes... era cierto, murió al día siguiente a las 6:58, 20 minutos antes de eso ya me había dejado tareas, mientras tanto yo dormia tranquilamente.

Esa mañana tuve un ligero pensamiento darme el tiempo para descansar lo necesario antes de empezar cualquier tarea, y llegar a donde tenga que llegar de una mejor manera... luego sonó el teléfono, me decían que te habías ido...

Ahora solo pienso en continuar lo que ella me enseño, casi como otra madre... entre otras cosas, a tomar rumbo...


Para Nellys

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